¡Hóla!:
     ¡Lo siento! 

  No era mi intención "echarte la bronca", ni nada parecido; ¡nada más lejos de la realidad. 
     Ahora que releo  lo que escribí, sorprendido por tu repuesta, veo que da lugar a confusión, y que realmente parece que contesto cabreado y de malas maneras. ¡Nada más lejos de la realidad!. Si así fuera, mi costumbre es simplemente no contestar, pero nunca he escrito una respuesta en ese tono.
     A veces, la comunicación escrita, incluso para quien se maneja bien con la redacción, presenta ese inconveniente; puede dar lugar a malentendidos. Seguro que habrías interpretado mi respuesta de distinta manera si hubiera añadido al final un par de emoticonos sonriendo.
     Es simplemente eso, un malentendido; si mi ánimo y mi intención hubieran sido los que tú has entendido, no habría intentado darte la solución; sencillamente no habría contestado.
     ¡Siento sinceramente el malentendido tono de mi respuesta, y haberte molestado!. 

¡Saludos desde La Rioja!. Julio.